sábado, 30 de junio de 2012

De viaje - Parte I

Hace poco fui a visitar mi hermana que vive en Estados Unidos. Fue mi primer viaje largo desde que me diagnosticaron celiaquía, y la verdad que tenía un poco de temor de cómo iba a resultar. Todo el trayecto estaba compuesto de más de 2 horas de tren hasta el aeropuerto, la debida espera en el aeropuerto. La espera en el aeropuerto suele ser un poco larga ya que siempre salimos más temprano de lo necesario, sólo por si acaso algo falla en el camino (mejor prevenir que curar dicen). Y sumarle unas 8 horitas encerrados en un avión.
Viajamos con US-Airways, la primer vez con esta aerolínea. Cuando compramos los boletos (por internet) tenía claro que además del asiento esta vez tenía que acordarme de pedir comida especial. Pasaron las pantallas unas tras otra, datos de aqui, datos de allá, confirmación de pago, listo. Y la pantalla para encargar mi menú especial????? Nunca apareció. Pues bien, ya empecé a hacerme la cabeza de que esto no iba a funcionar. Maldita intolerancia al gluten! No, malditos todos que no nos tienen en cuenta...
Al día siguiente ingresé nuevamente a la página de la aerolinea, busqué el E-mail de contacto y les envié un correo electrónico. "Estimados, hice una reserva con tal destino para tal fecha y necesito menú especial sin gluten para la cena". Dos días más tarde recibo una respuesta por parte de la empresa "Su pedido ha sido recibido y ya le reservamos un menú especial sin gluten para su vuelo".
No volví a escribir ni a comunicarme con la gente de la aerolínea hasta el día del vuelo, ya habia pasado más de un mes desde mi "pedido especial". Yo no tenía ninguna esperanza de que realmente fueran a tener un menú especial preparado para mí. Me había llevado impreso la respuesta de aquel correo que yo había enviado, sólo para tener pruebas de que yo había hecho mi parte y de que tenía todo el derecho de presentar mi reclamo. En mi mochila había guardado 2 sanguches para sobrellevar tantas horas de viaje y espera.
Finalmente, no me hicieron falta mis sanguches ni mucho menos tuve la necesidad de reclamar nada. A la hora de la cena comenzaron las azafatas a servir la comida, y al llegar a mi asiento tomaron una de las varias bandejas que tenían separadas que tenía un sticker con el número de asiento y las siglas GF (Gluten Free). Tampoco tuve necesidad de recordar mi pedido para el regreso, ellos ya lo tenía registrado.
Asique si, punto positivo para US-Airways.

2 comentarios:

  1. ¿Y te gustó lo que pusieron?
    Nosotros hace unos meses viajamos con ésta compañía y al regreso les dijimos que no nos lo pusieran jejeje, es que para desayunar nos pusieron pescado hervido con arroz y para meda mañana un "bocadillo" que consistía en dos tortitas de arroz chiclosas con una loncha de jamón... Menos mal, que somos previsores!!

    Un saludo

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  2. La comida del viaje de ida no estaba mal, pollo con puré y alguna verdura, una ensaladita y frutas de postre.
    De regreso, no me gustó nada, me sirvieron pescado, y no me gusta el pescado para nada (de ningún tipo y de ninguna forma), asique nada más me conformé con la ensalada y las frutas.
    Convengamos también que ya de por sí la comida que sirven en los aviones no es ni por asomo de las mejores que se puedan probar, son facilmente olvidables.
    Y sí, tal cual vos decís, yo también voy a aprendiendo a ser previsora.
    Saludos.

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